Los avances tecnológicos y la digitalización de las empresas han sido elementos fundamentales durante los últimos años en lo que a desarrollo de sus negocios se refiere. Con todo, una consecuencia negativa de esto ha sido el constante aumento de los ataques cibernéticos, de los cuales estas suelen ser víctimas. Al respecto, la ciberinteligencia toma un rol protagónico a la hora de potenciar la prevención y respuesta ante ataques que amenacen la seguridad de la información de las organizaciones.
El manejo de la información en red expone tanto a pequeñas como a grandes empresas a ciberataques capaces de poner en riesgo la confidencialidad de información valiosa de la compañía o de sus clientes. Sin ir más lejos, durante el primer trimestre del 2021, se registraron más de 410 millones intentos de ciberataques en Chile.
Debido a esto, es de suma importancia el contar con una estructura digital robusta, capaz de entregar las herramientas para saber qué tan expuesto se está ante potenciales ciberamenazas que puedan comprometer datos confidenciales y cómo actuar ante uno.
Las empresas se enfrentan a riesgos y amenazas de seguridad a los que nunca habían estado expuestos. Algunos ejemplos de estos son software mutantes, amenazas persistentes avanzadas (APT), amenazas internas y vulnerabilidades derivadas de servicios en la nube.
Todo lo anterior son ciberataques capaces de filtrar datos confidenciales, así como también entorpecer o incluso detener los procesos productivos o de transferencia de datos dentro de las empresas.
Para ello es necesario algo más que un simple antivirus. Es en este punto donde surge la ciberinteligencia, es decir, la actividad que se encarga de realizar los análisis predictivos capaces de identificar los distintos tipos de ciberamenazas a los que puede enfrentarse una compañía en específico.
Esto es fundamental, pues es común que las empresas desconozcan los riesgos a los que están expuestos, pues los ciberdelincuentes están constantemente actualizando sus métodos. Con un equipo de inteligencia cibernética será posible identificar potenciales brechas de seguridad, además de predecir posibles ciberataques que puedan afectar a tu empresa mediante el análisis preventivo de riesgos.
Un buen plan de seguridad cibernética debe abarcar 5 funciones principales para proteger la información sensible de una empresa y de sus clientes: identificar, proteger, detectar, responder y recuperar.
Para tener una defensa sólida es fundamental que el equipo encargado de la seguridad tenga acceso a recursos y capacidades tecnológicas suficientes para minimizar riesgos cibernéticos, mediante asesorías y capacitación continua. Algunas buenas prácticas son:
En conclusión, debes entender que para combatir amenazas a los activos digitales de tu compañía, el proveer a tu organización de una estructura digital fuerte, es uno de los aspectos más relevantes.
Debido a esto, será necesario que cuentes con un equipo de ciberseguridad capaz de realizar un análisis preventivo que permita identificar las brechas de seguridad existentes y buscar soluciones al respecto.
Lo anterior ayudará a que estés tranquilo, pues contarás con un equipo que evitará que la ciberdelincuencia perjudique los procesos de tu empresa o filtre sus datos confidenciales.