Tal vez ya hayas oído hablar del término Internet de las Cosas (IoT), un concepto que se refiere a la interconexión de dispositivos a través de ...
Tal vez ya hayas oído hablar del término Internet de las Cosas (IoT), un concepto que se refiere a la interconexión de dispositivos a través de internet, cuyo objetivo principal es permitir la recopilación de información para la monitorización, análisis y toma de decisiones, así como el envío de órdenes para el control remoto y la automatización de procesos.
Hasta hace poco era algo poco probable, pero el rápido desarrollo tecnológico (sobre todo en conectividad) ha logrado que sea una realidad en pleno auge. De hecho, las proyecciones al respecto indican que para 2025, habrá cerca de 16.500 millones de dispositivos conectados a nivel global y alrededor de 1.200 millones en LATAM.
Esto supone una revolución en la forma en que interactuamos con el mundo digital y físico, transformando la eficiencia, comodidad y productividad, tanto en entornos residenciales como empresariales, pero ¿A qué objetos nos referimos cuando hablamos de IoT?
Prácticamente, de cualquiera con la capacidad de conectarse a Internet, recopilar datos, transferirlos a un sistema de procesamiento y responder de una forma predeterminada, aunque tal vez te sea más fácil identificarlos cuando se les llama dispositivos inteligentes.
Teniendo esto claro, el funcionamiento del Internet de las Cosas permite:
Lo interesante es que el Internet de las Cosas puede abarcar todo tipo de categorías e industrias, que van desde el hogar y entretenimiento hasta la fabricación, la agricultura de precisión, minería, la gestión de flotas, la cadena de suministro, la medicina, ciudades inteligentes y mucho más.
Así como existe una gran cantidad de dispositivos que se pueden conectar con esta tecnología, también hay múltiples aplicaciones y posibilidades de mejorar procesos en entornos empresariales. Algunas bastante comunes son las siguientes:
Maquinaria, equipos y demás activos productivos pueden conectarse a Internet.
El objetivo principal, además de la automatización y el control remoto, es la recopilación de datos para que puedan utilizarse para aumentar el control de inventario, mejorar la seguridad, monitorear procesos productivos y en consecuencia tomar decisiones fundamentadas en datos que ayuden a reducir costos y aumentar la productividad.
La conducción autónoma usa IoT avanzado, pero no es necesario ir tan lejos.
Los vehículos convencionales con GPS, acelerómetros y otros sensores instalados son capaces de enviar datos sobre la ubicación en tiempo real, velocidad, consumo de combustible, patrones de conducción y estado de los componentes para un mayor control de las operaciones.
En el sector salud encuentras dispositivos de monitoreo de pacientes en tiempo real, como sensores de signos vitales. Esto favorece a la supervisión remota por parte de profesionales médicos y la generación de alertas en caso de anomalías.
También se han realizado incursiones en envases inteligentes y dispositivos de administración de medicamentos, que ayudan a los pacientes a seguir al pie de la letra las recetas.
En la agricultura, los dispositivos IoT son capaces de optimizar el uso de recursos y mantener los cultivos en las mejores condiciones posibles.
Esto es gracias a que el empleo de sensores, posibilita medir variables en tiempo real sobre el suelo, clima, aguas superficiales y subterráneas (por mencionar algunas) y conocer al detalle las acciones a tomar, ahorrando en recursos y sobre todo respetando las normativas locales sobre el manejo del agua.
Contar con una red de dispositivos que funcionen 24/7, facilita la tarea de detectar riesgos hacia las personas o activos empresariales y así tomar medidas eficientes en tiempo récord.
Por ejemplo, el uso de cámaras de seguridad con inteligencia artificial conectadas entre sí, permiten automatizar la seguridad en zonas de producción, pudiendo detectar incidentes o incluso situaciones de riesgo antes de que ocurran, reduciendo el tiempo de respuesta a la vez que se disminuyen los costos de vigilancia.
En cualquiera de los casos mencionados, los beneficios se engloban en mejoras en la calidad de vida, innovación, aumento de la seguridad, toma de decisiones basada en datos e incremento de la automatización, la productividad y la eficiencia.
Pero para que su implementación sea exitosa, los sistemas IoT deben contar con un buen nivel de conectividad. Un punto que viene a fortalecer Narrowband IoT, red de Entel Digital completamente segura, económica, basada en 5G y diseñada para admitir millones de dispositivos, la cual destaca específicamente porque:
Sin duda, una solución que deberías probar para optimizar tu infraestructura IoT.
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